jueves, 20 de marzo de 2008

mariposa

Tuve una vez a una hermosa mariposa posada sobre mi mano
Frágil casi inasible y para lo que yo sabía de éste mundo por mi corta edad
Simplemente maravillosa porque no sabría con que otras palabras describirla.
Sólo supe o mejor comprendí que me había enamorado de ella de sus colores
intensamente devastadores donde mis ojos morían atrapados.
La intensidad de luz del mediodía de verano ampliaba aún mas el detalle de sus relieves caprichosos y mientras aleteaba descubrí dos puntos negros que parecían devolverme la observación minuciosa desde sendas alitas.
Comprendí entonces, mientras los demás insectos disfrutaban de ese día entre rosas ,manzanos , pinos cada uno con su aroma que la brisa traía a mi nariz, la suerte que tuve que entre tantas esencias sabores y colores me halla elegido a mi para descansar unos instantes de su viaje.
A veces estos recuerdos me llenan , me invaden; la mariposa vuelve a mis manos yo quiero tenerla siempre conmigo pero desaparece y regresa ésta vez ésta junto a mi.
No sé mucho ni tampoco se si sus alas quieran cobijarme pero sólo se que así como me enamoré aquel día me está pasando ahora y no dejo de pensarlo ni de escribir su nombre una y otra vez.

No hay comentarios: